El sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular en el marco del caso Nóos, solicitará nuevamente la declaración de la Infanta Cristina en caso de que aparezcan pruebas «contundentes» que hagan necesario el encausamiento de la mujer del Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, de cara al esclarecimiento de las presuntas irregularidades investigadas dentro de esta compleja causa.
Así lo ha puesto de manifiesto a los medios la letrada que representa a la entidad en este procedimiento, Virginia López Negrete, quien a su llegada a los Juzgados de Vía Alemania de Palma, donde está prevista para este sábado la comparecencia del exsocio de Urdangarin, Diego Torres, y de su mujer, ha precisado sin embargo que sólo con la declaración que efectúe Torres no bastará para solicitar la imputación sino que dependerá de los documentos que puedan aportarse a las pesquisas.
En cualquier caso, la abogada ha confiado en que la deposición de Torres «ayude a esclarecer los hechos de esta compleja trama», al aseverar que, después de que el año pasado el exgerente de Nóos se acogiese a su derecho a no declarar, «su testimonio es muy importante en el marco de una instrucción que está casi finiquitada».
La Audiencia Provincial de Baleares ya desestimó el recurso de apelación que interpuso Manos Limpias contra el auto del juez José Castro que rechazaba que la Infanta fuese citada a declarar en calidad de imputada, y es que la entidad consideraba que la hija del Rey Juan Carlos fue «beneficiaria directa» del incremento patrimonial y de los ingresos obtenidos de forma supuestamente fraudulenta por el Duque de Palma.
Mediante un escrito de seis páginas, la entidad desglosaba los indicios que, a su juicio, llevan a concluir que la esposa de Urdangarin fue «actora directa -por encubrimiento, complicidad o cooperación necesaria- y por ende beneficiaria de las presuntas actividades delictivas de Urdangarin.
El sindicato apuntaba además que la hija del Rey era «conocedora, cuanto menos, de las argucias financieras fraudulentas» que se habrían llevado a cabo para evadir impuestos a Hacienda, una de las líneas de investigación abiertas en el marco de este caso.
Según Manos Limpias, además de que la Infanta ostenta la titularidad del 50 por ciento del capital de la mercantil Aizoon, también desempeñaba el cargo de secretaria, lo que conlleva la elaboración de actas con los acuerdos adoptados, la lectura de éstas y su firma.