«O sea, ¿que Doña Cristina conocía perfectamente cuál era el consejo, la insinuación y la recomendación de su padre?», fue la pregunta que le formuló el juez José Castro al exvicepresidente del Instituto Nóos Diego Torres, después de que éste afirmase que la Infanta sabía que su marido continuó con sus negocios tras dejar Nóos pese a la recomendación de la Casa Real de que los abandonara. «Por supuesto», respondió tajante Torres.
En su deposición como imputado en el marco del caso Nóos, a la que ha tenido acceso Europa Press, Torres manifestó de hecho que la fundación considerada sucesora de Nóos tras la salida de Urdangarin del Instituto, la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS) era «el proyecto» del Duque «desde siempre; es creada por él». Así, al preguntarle el juez si el que «mandaba allí» era el Duque, su exsocio contestó: «Absolutamente. Siempre».
«Todos los patronos ñde la fundación sucesora de Nóosí fueron informados de que éste era un proyecto del señor Urdangarin, que para él era importante y todo el mundo estuvo encantado de colaborar para ayudarle a que pudiese crear su fundación», explicó Torres, quien apuntó que también esto «lo sabía doña Cristina».
«Tengo montones de comentarios del señor Urdangarin de sus conversaciones con su esposa, sus opiniones, y absolutamente de acuerdo en la línea que se estaba tomando», recalcó el encausado al respecto, lo que llevó al magistrado a interpelarle sobre si sabía la Infanta que el Duque estaba «quebrantando» la recomendación de la Casa Real, a lo que Torres respondió que no, puesto que la recomendación era que «se cuidaran las apariencias».
Al ser preguntado sobre por qué «el emisario real», refiriéndose al asesor externo de la Casa Real, José Manuel Romero -quien medió para indicarle a Urdangarin las recomendaciones del Rey- le explicó por qué aconsejó el Rey que el Duque abandonase sus negocios, Torres justificó que se debió a que «la prensa criticaba las actividades empresariales de la fundación».