Los trabajadores de Orizonia han abogado por un «despido digno y lo más rápido posible», tras el cierre de la venta, confirmado hoy por la empresa, de 150 oficinas de Vibo y de la filial portuguesa de Orbest a Barceló, que salva las nóminas de febrero.
El cobro del salario de este mes ha supuesto un alivio para los trabajadores que temían que no se les pagara si no se cerraba la venta parcial a Barceló, que salva uno 800 puestos de trabajo a nivel nacional y unos 15 en Baleares, según fuentes de CCOO y USO.
Los trabajadores piden ahora «un despido digno y lo más rápido posible», según ha asegurado a Efe la delegada de CCOO, Eva Santos, que espera que la tramitación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) se lleve a cabo cuanto antes.
Los empleados del grupo temen que el ERE se tramite dentro del concurso de acreedores, cuando la empresa, actualmente en preconcurso, lo solicite, lo que retrasaría de forma sustancial el cobro del paro, ha apuntado Santos.
En este sentido, CCOO solicitará, a través del servicio jurídico de la Comunidad Autónoma que el Govern balear ha puesto a disposición de los trabajadores de Orizonia, que se lleve a cabo la fórmula más rápida para que la mesa del ERE se conforme y legitimice cuanto antes.
Por esta razón, los trabajadores continúan con sus acciones de protesta en la sede de Orizonia, en el Parc Bit de Palma, donde hoy está convocada una concentración sobre las 14.00 horas.
Tras la venta de Luabay a Globalia, que salva unos 150 empleos en Baleares (700 en todo el país), y la compra de Barceló, con otros 15, se quedan en la calle unos 840 trabajadores de las islas, han afirmado.