Lo que en principio debería haber sido un sencillo trabajo de señalización con pintura de la calle Lleó en Cala de Bou se ha convertido en una chapuza que ha acabado por indignar a los vecinos de la zona.
El Ayuntamiento de Sant Josep contrató a una empresa, de la que no ha facilitado su nombre, para realizar los trabajos de señalización de la calzada para marcar con pintura amarilla la prohibición de aparcar en un lado de la calle. Como se puede apreciar en las fotografías, el pintado de la calle ha resultado ser «un desastre» y no sólo han pintado la línea amarilla, sino que además han manchado gran parte de la acera.
Los vecinos de la zona también denuncian que, tras acabar la obra, se volcaron los botes de pintura «en una de las pocas zonas verdes que quedan alrededor» donde suelen llevar a pasear a los perros y abandonaron los cubos de pintura debajo de una savina.
Ayer, al conocer la denuncia vecinal, el concejal de Obras, Rafael Tur, se acercó a la calle Lleó para comprobar in situ la chapuza. Según informó el Consistorio, la concejalía de Obras no tenía noticia «del lamentable estado en que se habían realizado las obras». El concejal reclamó ayer mismo a la empresa una explicación de la obras y ésta, según el Consistorio, «se ha comprometido a tomar las medidas necesarias para que las deficiencias queden subsanadas hoy (por ayer) mismo». El Ayuntamiento lamentó la situación creada y aseguró que a esta empresa no se la volverá a contratar.