Las asociaciones de bares, restaurantes y cafés conciertos de Platja d'en Bossa, del West End y de la bahía de Sant Antoni-Cala de Bou, pidieron ayer al Consell d'Eivissa que oficie de intermediario ante los ayuntamientos para limitar o evitar la restricción horaria que ya se ha aprobado de forma inicial en Sant Josep y en Sant Joan, que se prevé poner en marcha en el municipio de Sant Antoni, y que aún queda por concretarse en Vila y Santa Eulària.
En el encuentro, al que también asistieron representantes de la asociación de bares, restaurantes y cafeterías de Pimeef, así como la consellera de Turisme, Carmen Ferrer, y el conseller de Comerç, Vicent Roig, los empresarios justificaron su rechazo en base al daño económico que pueden padecer sus negocios ante este cambio normativo que entrará en vigor este mismo verano, y que prevé que los beach clubs puedan abrir de 10,00 a 3,00 horas, pero con una actividad musical en la terraza de 16,00 a 24,00 horas. La nueva regulación también adelantará una hora el cierre de los cafés concierto para que sean clausurados a las 5,00 y no a las 6,00 horas, una medida que Sant Antoni quiere adoptar, sobre todo, para los establecimientos del West End.