El Domingo de Ramos, primero de los actos litúrgicos de la Semana Santa, amaneció despejado y soleado, lo que animó a la participación. A las once la mañana comenzó la salida procesional desde le iglesia de Sant Elm, en el barrio de la Marina, hasta la iglesia de Santo Domingo, en Dalt Vila, donde se celebró una misa. Esta procesión de Semana Santa, encabezada por las trompetas y tambores de la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio, y con el paso de Jesús de Nazaret con la palma en la mano y montado en burro para cumplir con la costumbre judía de visitar la ciudad de Jerusalén, es una de las más populares y ayer contó con la presencia de centenares de jubilados que se encuentran en la Isla gracias a los viajes organizados por el Imserso.
Doce personas se encargaron de acarrear el paso, tres en cada extremo. Seis mujeres en la parte de adelante y seis hombres en la de atrás. El esfuerzo comenzó con la subida hasta el Portal de ses Taules.
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