El equipo de Gobierno de Sant Antoni aprobó ayer de manera inicial en el pleno la ordenanza de ruidos que regulará todas las emisiones acústicas que se produzcan en el municipio, independientemente de si se trata de una persona física o jurídica o de un sitio abierto o cerrado, tal y como establece el documento. Quedan excluidos los ruidos que se produzcan en las infraestructuras portuarias, así como los que generen las «embarcaciones de cualquier clase o actividades en las aguas que limite con la costa». Es decir, el Ayuntamiento de Sant Antoni no regulará el ruido que se produzca en las party boats. «La legislación está muy clara; automáticamente nos han dicho que no somos competentes en la regulación de ruidos de las fiestas en barco. Hay un vacío legal. Capitanía Marítima nos ha dicho que pueden controlar el aforo de los barcos, pero no los ruidos que se generen en él», explicó el concejal de Gobernación, Xicu Cardona.
Tanto PSOE-Pacte como Es Nou Partit criticaron que la aprobación inicial de esta ordenanza sin que se haya establecido cuáles son las zonas más conflictivas en cuanto al ruido con la creación de un mapa sonoro. «Esta ordenanza tiene muchas carencias. Una ordenanza de ruidos sin el mapa no es adecuado; sin él no se podrá aplicar esta ordenanza de manera correcta», explicó Pep Marí Marge de PSOE-Pacte. Y añadió: «Le tiene que explicar a la gente que hará cumplir la ordenanza porque con la anterior no ha sido así». Juanjo Ferrer, de Es Nou Partit, afirmó que el mapa de ruidos «es decisivo. La no aplicación de la anterior ordenanza fue porque no había mapa de ruidos». El concejal Xicu Cardona reconoció que el mapa de ruidos es «necesario», pero que la ordenanza de ruidos se puede aplicar sin que esté listo.
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