El exconseller de Mobilitat Albert Prats declaró ayer como testigo y querellante en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 y recordó que él era un «simple profesor interino» cuando sufrió una campaña por parte de los Matutes y del experiodista de El Mundo José María de Lamo en la que le acusaban «falsamente de haber cometido un delito», algo que considera especialmente grave porque además se suponía que había atentado contra Stella Matutes, que era un cargo público y una mujer, por lo que la agresión le resultaba especialmente «denigrante».
Prats indicó que los acusados intentaron «caricaturizarle ridículamente» y decir que «saltaba de árbol en árbol» cuando la última vez que lo hizo fue cuando tenía 10 años. Recordó también que desde El Mundo se le trataba de «rata» o de «verter basura antidemocrática en el cerebro de los estudiantes». «Esto atenta a mi reputación como profesor», añadió el exconseller, que indicó que incluso un alumno le preguntó si había pegado a la señora Matutes y varios funcionarios cuando llegó al Consell le confesaron que habían tenido «miedo» pensando que él era un «violento». Asimismo, relató que años después su familia todavía tiene que aclarar que no es violento, por lo que aseguró sentirse «fuertemente ultrajado». Prats también destacó que él era un particular cuando el exministro, su hija y el periodista tenían poder y medios de comunicación a su alcance.
En el juicio también compareció como acusado el experiodista José María de Lamo, quien aseguró que Prats quería «acallar a la prensa» y defendió haberle llamado «Hugo Chaves a la ibicenca» porque consideraba que eso era «dictatorial». Publicó que Matutes sufrió una agresión en Sant Jordi porque así se lo explicaron «numerosos testigos» y relató que al final ya ni cubría las manifestaciones antiautopistas por «miedo» porque El Mundo no le proporcionó escolta y temía que le agredieran. Asimismo, relató que tuvo que cubrir varios actos detrás del cordón policial y que en una manifestación en el Consell se mantuvo dentro de la institución y cuando los antiautopistas le divisaron por la ventana empezaron a tirarle huevos. El abogado de Prats también le preguntó si el aval bancario presentado para el juicio era de la familia Matutes y aseguró desconocerlo.
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