La exconsellera de Vies i Obres Stella Matutes y su padre, el exministro Abel Matutes, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados en el Juzgado de lo Penal número 2 por un delito de calumnias después de que el exconseller de ExC Albert Prats se querellara contra ellos porque el exministro le llamó mico y porque le acusaban «falsamente» de haber agredido a la exconsellera. El juicio no quedó visto para sentencia porque faltó la declaración como testigo del vicepresidente del Parlament Pere Palau, que no pudo asistir por estar en Palma, por lo que la sesión continuará el 9 de mayo.
En su declaración, Stella Matutes reiteró que Prats intentó agredirla durante la celebración de las fiestas de Sant Jordi de 2006 cuando era un cabecilla antiautopista, pero que en su día no denunció para «no caldear más los ánimos». También reveló que a raíz del conflicto antiautopista estuvo en tratamiento pisquiátrico y que le diagnosticaron «síndrome de acoso», por lo que también por ello fue reacia a querellarse.
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