El ex director general de Promoción Industrial Kurt Viaene, ha asegurado hoy que el conseller de Comercio en la legislatura 2003-2007, Josep Juan Cardona, «sabía lo que firmaba y controlada todo» lo referente a la presunta trama corrupta del caso Scala.
Viaene, que ha comenzado a las 19.30 horas su declaración en la cuarta jornada de la vista que se lleva a cabo en la Audiencia de Palma, ha ratificado lo que declaró por escrito al inicio del juicio: entregó personalmente a Cardona en su despacho de la conselleria cinco sobres con 20.000 euros cada uno procedentes de comisiones.
Este dinero, ha manifestado, era abonado por empresarios que obtenían contratos del Consorcio para el Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) y se lo repartían el propio acusado, Cardona y la exgerente del citado organismo público, Antonia Ordinas, los principales acusados por un supuesto expolio de las arcas públicas que la Fiscalía Anticorrupción cifra en 8,27 millones de euros.
Viaene, que seguirá declarando mañana, ha subrayado de manera tajante que «es mentira» que parte de esas comisiones se destinará al PP.
El acusado decidió justo antes de comenzar el juicio colaborar con la Fiscalía y confesar los hechos que se le imputaban, lo que le ha supuesto una rebaja de la petición de pena inicial de 20 años de cárcel a 5 años y 10 meses.
El ex director general, que se ha echado a llorar al inicio de su declaración, ha asegurado que la acusación en su contra le ha generado problemas familiares y el vacío de antiguos amigos y compañeros de partido, lo que le ha obligado incluso a salir de Mallorca para poder encontrar trabajo.
«Quiero acabar con esto», ha aseverado Viaene, quien ha relatado que en noviembre del año pasado se reunió con Cardona y le dijo: «Vamos a contar lo que hay, porque no puedo más», ante lo que recibió como respuesta un «silencio total».
«Cumpliré con mi condena y, si puedo, algún día vamos a empezar de nuevo», ha resaltado el acusado, quien, a preguntas del fiscal Joan Carrau ha puesto el acento en que como director general «no podía mover ningún papel ni ninguna decisión sin la autorización del conseller, ni dinero tampoco».