Continúa el tira y afloja entre el Govern balear y el Gobierno central respecto a la desaladora de Santa Eulària, que ya está terminada pero no se puede poner en marcha porque todavía no está claro quién debe pagar el sobrecoste de 19 millones de euros que apareció en las obras. En teoría ya se había llegado a un acuerdo para que el Gobierno central pagara seis de ellos, pero parece que ahora el problema es que Madrid no tiene dinero. «Ya nos entendimos con el ministro Arias Cañete, pero el problema que tiene es que no puede abrir estas partidas presupuestarias debido al plan de equilibrio», indicó el conseller balear de Medi Ambient, Biel Company, quien recordó que también está pendiente la interconexión de las desaladoras, que se tiene que ejecutar con 3,5 millones que debe enviar Madrid «que volaron». De hecho, todos estos temas los abordó Company con el ministro el pasado lunes en una reunión de 20 minutos.
Según el conseller, el problema es que no pueden recepcionar las obras de la desaladora porque ello supondría tal coste que «habría que cerrar Abaqua» y el precio por el agua que deberían pagar los ciudadanos de Eivissa sería muy elevado. «Estamos manteniendo un pulso, si en Madrid la situación económica fuera otra esto ya estaría en marcha porque Arias Cañete tiene voluntad», indicó el conseller, que aseguró que llevan un año discutiendo con el Gobierno por este tema, pero no quieren «claudicar». El conseller explicó que lo que quiere Madrid es que recepcionen las obras porque la empresa que construyó la desaladora ahora ya quiere empezar a cobrar el canon por manteniemiento y ya está enviando recibos. «La discusión es: ¿tenemos que pagar las facturas estas? Nosotros pensamos que no y Madrid que sí», añadió Company, que echó la culpa a los gobiernos anteriores por aceptar los sobrecostes en la obra, que pueden repercutir en una mayor factura del agua para los ciudadanos, algo que «no es justo».