José Ramón Bauzá ha aprovechado el ecuador de la legislatura para hacer una amplia remodelación del Govern. Tras dos años de recortes, asegura que ha llegado el momento de impulsar la economía y reconoce que habrá que replantearse los nuevos impuestos. «A un liberal como yo, los impuestos no le gustan», afirma.
—¿Los consellers destituidos no servían para dar este nuevo impulso al Govern?
—He contado con las mejores personas para esta primera etapa y ahora cuento con las mejores personas para la segunda etapa.
—¿Qué ha provocado la salida cada uno de ellos? Yo le diría que cree que Bosch fue tibio con la política lingüística.
—No voy a hacer un análisis específico. Hicieron un trabajo extraordinario, asumieron una gran responsabilidad en momentos muy difíciles y muy graves. Pero ahora hay que reactivar el Govern con las mejores personas para la segunda etapa.
—Tampoco me contestará si le digo que Aguiló ha sido un sacrificio a los empresarios.
—No, le puedo asegurar que no ha sido un sacrificio a los empresarios. La estrategia de la política económica está muy definida y este Govern tiene muy claro hacia dónde va. Insisto: iniciamos una segunda etapa con mucha ilusión y con optimismo para crear puesto de trabajo en Balears.
—Aunque no quiera entrar en el detalle de las destituciones, sí ha dejado un mensaje bien claro: la lealtad tiene premio.
—Es que yo valoro muchísimo la lealtad en el ámbito personal y en todos los ámbitos. Creo que todo el mundo quiere estar rodeado de personas fieles y leales. Todos ellos lo han sido y estoy orgulloso de haber compartido esta etapa con ellos, pero ahora quiere estar rodeado de otras personas.
—Habla de un nuevo impulso y da a entender que se han acabado los recortes. ¿Es así?
—Había que poner orden, reducir una Administración muy desarrollada, hemos eliminado 113 empresas, había que poner orden en las cuentas: ni se pagaba a proveedores ni había un Presupuesto. A ello se suma el cumplimiento del déficit y estos objetivos los hemos cumplido. Lo más complicado ya ha pasado; ahora toca reactivar la economía y crear puestos de trabajo.
—¿Ese impulso es compatible con nuevos impuestos?
—He pedido a los consellers que analicen la situación y lo que sí les he pedido es mucho diálogo porque tenemos que intentar consensuar y negociar. Hay que invertir tiempo en hablar. Mañana mismo empiezan a sentarse para negociar.
—¿Cabe la posibilidad, entonces, de que haya cambios o incluso de que queden en suspenso?
—Hay que ir paso a paso. Yo siempre he dicho que hay que seguir hablando y negociando para mejorar el contenido de los impuestos. Ahora tenemos la oportunidad de volver a hablar y negociar y eso es lo que no hay que dejar pasar por alto.
—Perdone que insista: ahora llegarán más ingresos gracias a la flexibilidad del déficit y podrían no aprobarse los tributos.
—Nosotros queremos llegar al déficit cero y hemos hecho un gran esfuerzo porque la situación que en contramos era muy complicada. Lo que pretendemos es que el Gobierno reconozca la diferenciación del déficit para cada comunidad autónoma. Con un PIB muy alto y un presupuesto muy bajo, el esfuerzo que se le ha exigido a Balears es muy superior: nuestra décima de déficit son muchos más millones de recorte que en otras comunidades. Hay que afrontar el concepto de déficit asimétrico.
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