El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ha requerido a Diego Torres, exsocio del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, que aporte datos sobre la supuesta reunión que, según señaló en su declaración como imputado del pasado mes de febrero, mantuvieron ambos exresponsables del Instituto Nóos con el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps y la alcaldesa de la capital levantina, Rita Barberá.
Así consta en la última providencia dictada por el magistrado en el marco de estas investigaciones, a la que ha tenido acceso Europa Press, y mediante la que solicita a la defensa de Torres que informe sobre si al encuentro asistieron otras personas y en calidad de qué lo hicieron, los temas que se abordaron, la intervención de cada uno de los participantes y si fueron sometidos a algún tipo de control o registro.
Según aseguró Torres en su comparecencia, tanto Urdangarin como él mismo negociaron en el Palacio de la Zarzuela la celebración del foro deportivo Valencia Summit, por cuyas tres ediciones Nóos percibió unos tres millones de euros públicos.
Asimismo, detalló que tras el encuentro el duque presentó una lista de sociedades que podían patrocinar el evento. La reunión fue sin embargo negada por Urdangarin.
El juez quiere conocer asimismo el día y la hora en que habría tenido la reunión así como si la asistencia de Camps y Barberá coincidió con algún acto oficial, en la medida en que a Torres «le sea posible» aportar todos estos datos solicitados y «sin merma de sus derechos como imputado».
En concreto, el Valencia Summit es uno de los varios eventos investigados en el marco del caso Nóos, por cada una de cuyas tres ediciones la entidad aparentemente sin ánimo de lucro cobró 1,044 millones, a pesar de que los investigadores estiman en unos 300.000 euros el coste real de las mismas.
Además, según uno de los correos aportados a la causa por Torres, el duque de Palma recurrió a la ayuda del Rey Don Juan Carlos tan sólo dos días después de firmarse el convenio para la preparación del Valencia Summit, de lo que se deduciría la antelación con la que esta entidad habría comenzado a trabajar en el proyecto sin que el acuerdo aún estuviese firmado.
En concreto, el correo que el imputado remitió al Monarca para solicitar su mediación está fechado el 10 de septiembre de 2004, mientras que el convenio fue suscrito el día 8.
Es más, en el email el Duque alude a una conversación mantenida anteriormente con su suegro en el que le anticipaba de qué forma se desarrollaría la cumbre internacional.
Descripción que Urdangarin le detalla de forma más pormenorizada en el correo, en el que finaliza mostrando su interés en que el Rey «pudiese mediar en la medida de lo posible» y «dar un impulso» para invitar a «ciertas personalidades» al Valencia Summit.
Nóos comenzó a trabajar antes de la firma del convenio
Según los investigadores, Nóos ya comenzó a trabajar en la organización del evento «mucho antes» de que el convenio fuese suscrito, lo que evidencia, a su juicio, que la concertación de la Administración pública con la entidad presidida entonces por el Duque «ya estaba verbal y anticipadamente decidida», tal y como se recoge en uno de los autos dictados por el juez instructor del caso Nóos, José Castro, en el marco de esta causa.
Es más, la Fiscalía sostiene que los firmantes del acuerdo -el Instituto Nóos, la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) y la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau- rubricaron el documento «sin que fuera precedido de ningún proceso de análisis de mercado, discusión o negociación, y que Nóos «ni tan siquiera se molestase en tratar de esbozar» el presupuesto del que sería beneficiario.