El Govern aprobó ayer un plan anual de cooperación que prevé impulsar una «estrategia de codesarrollo» que contempla la puesta en marcha de medidas que favorezcan el «retorno voluntario» de inmigrantes a sus países.
La portavoz del Ejecutivo, Núria Riera, no concretó ayer qué tipo de medidas se pondrán en marcha pero señaló que estarán relacionadas con el fomento de su capacitación profesional para que puedan reintegrarse en el mercado laboral de sus respectivos lugares de origen.
Hay un año por delante para concretar este ‘programa piloto' contenido en el plan que se aprobó ayer a propuesta del vicepresidente del Govern Antonio Gómez. La cuantía económica de este plan de cooperación es de 2.287.482 euros, lo que supone un descenso más que considerable, casi un 75% en relación al año anterior. El presupuesto de aquel año fue de 8,8 millones.
Colaboración
El plan anual de cooperación se enmarca en un proyecto más amplio, vigente hasta 2015. Para este año se priorizará la ayuda humanitaria a la población refugiada y a la cooperación técnica con los países del sur.
Ente las medidas concretas que se detallan en el documento difundido desde el Ejecutivo figura un acuerdo de colaboración entre el Govern y la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en el Oriente Medio (UNRWA) con el propósito de fortalecer sus programas educativos en la franja palestina de Gaza.
Del mismo modo, según la información facilitada ayer, se prevé suscribir acuerdos con el Ministerio de Exteriores para colaborar en planes de ayuda humanitaria con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui.
Vicepresidència aprovechará la remodelación para reordenar su ‘política exterior' desde dos direcciones generales: la de Acció Exterior y la de Cooperació i Immigració.