El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha salido en defensa de su derecho a la intimidad impugnando un recurso interpuesto por su exsocio Diego Torres, en el que éste recrimina que el juez instructor del caso Nóos, José Castro, le haya requerido que de ahora en adelante se «abstenga» de presentar cualquier documento que implique «una intromisión en la esfera de la intimidad ajena».
En su escrito de impugnación, al que ha tenido acceso Europa Press, el marido de la Infanta Cristina recuerda cómo la Audiencia Provincial de Baleares emplazó al magistrado José Castro a impedir el acceso a la causa de documentos cuyo contenido «pueda lesionar gratuitamente el derecho a la intimidad», y tilda de «injustificadas, extemporáneas y maledicentes» algunas de las manifestaciones efectuadas recientemente por la defensa de Torres.
Goteo de e-mails
Más en concreto, hace alusión a las acusaciones que realizó en relación a otro de los imputados del caso, Mario Sorribas, al tildarle Torres de «ayudante de campo, imprescindible valido y correveidile» de Urdangarin, afirmaciones que, «amén de no ser ciertas, rezuman una falta de respeto procesal que también, como otras conductas procesales que la Sala exige atajar, deberían corregirse sin más por no quedar amparadas por el legítimo derecho a la defensa».
De este modo, el letrado del Duque, Mario Pascual Vives, solicita al juez que confirme los pronunciamientos de su auto recurridos por Torres, en el sentido de instarle a no presentar más correos que afecten a la intimidad, extendiendo al resto de partes esta «llamada de atención» que ya efectuó la Audiencia.
Cabe recordar que, a lo largo de la instrucción de esta causa, Torres ha ido aportando para su defensa numerosos emails con los que acreditar la participación de Urdangarin y su mujer en los hechos investigados, y atestiguar asimismo el conocimiento que de los mismos podía tener la Casa Real.
Una práctica que también ha adoptado recientemente la defensa de Mario Sorribas, presunto testaferro de Urdangarin, al entregar varios emails con los que demostrar que, por el contrario, que Torres era «quien mandaba y disponía» en el Instituto Nóos, recalcando por el contrario cómo, hasta el momento, no se han incorporado a las investigaciones correos «dirigidos por o al yerno del Rey de España donde dé instrucciones de mando».
«Maniobra de confusión» de Torres
El abogado de Sorribas recriminaba el «intento de practicar la maniobra de la confusión» por parte de Torres o, «lo que se dice en catalán, 'embolicar la troca'», si bien subraya que «la mayoría decaen por sí solas por inverosímiles».
Asimismo, ironizaba en torno a la entrega de emails por parte del exsocio de Urdangarin «por capítulos», como si se tratara «de un serial que tiene a medio país enganchado, y quien dice país dice medio mundo», al incidir en que «el avatar judicial de este asunto se sigue con pasión en Hispanoamérica, con lo que puede afirmarse que está haciendo más por la unidad cultural de los hispanoparlantes que muchas de las iniciativas costosísimas del Instituto Cervantes».