Tanto el Colegio de Arquitectos de les Illes Balears (COAIB) como el GOB y ARCA mostraron ayer sus reticencias sobre el nuevo decreto ley de medidas urgentes y las actuaciones de crecimiento en altura en hoteles de la Platja de Palma.
El presidente del COAIB, Joan Morey, afirmó: «Lo que se ha hecho es hacer una actuación sin planificación urbanística global de la zona. Se aprecia, a falta de conocer en detalle la norma en cuestión, que la decisión adoptada responde a un momento económico complejo, pero no hay planificación alguna. Habrá que estudiar con detalle el decreto ley y el impacto en las zonas turísticas maduras».
La representante del GOB Margalida Ramis indicó que «se ha hecho una nueva tipología de urbanismo a la carta que solo beneficia a los hoteleros. Esto es un auténtico despropósito, porque desregula todo el panorama urbanístico actual en las Islas. Además, no estamos de acuerdo con este trato preferente del Govern hacia un colectivo empresarial, caso de los hoteleros».
Para ARCA, «no se entiende muy bien el crecer en altura, lo que demuestra que el Govern ha actuado con unos criterios muy marcados, a la carta, sin analizar en detalle el impacto que esto va a generar en las zonas turísticas. Es una cuestión complicada, más aún cuando muchos hoteles no van a poder crecer en altura por condicionamientos técnicos, como es el estado de la estructura del edificio».
En esta isla hay tres grupos: a) los que mandan, es decir, los hoteleros, b) los políticos que proponen tonterías, y c) los lobbys de presión que de algo tienen que vivir para disfrutar de sus cochazos.