A solo seis días de confirmar su dimisión al frente de la Alcaldía de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui ordenó ayer por decreto la apertura y puesta en funcionamiento de la estación de autobuses del Cetis, y determinó que la totalidad de las líneas que discurren por el término municipal deberán operar en la estación «como máximo el 1 de julio», fecha a partir de la cuál, también quedará prohibida «la parada y estacionamiento de los autobuses en la avenida Isidor Macabich».
El escrito, que fue notificado ayer mismo al Consell d'Eivissa, determina que el Cetis «pasa a ser cabecera de todas las líneas» aunque señala que se mantendrán las paradas existentes, excepto la de Isidor Macabich, que considera «improcedente que se siga utilizando como punto de origen y destino final de las líneas interurbanas y para operaciones de carga y descarga de viajeros».
El decreto también remarca que en marzo se le remitió al Consell toda la documentación y el expediente del Cetis, y que esta institución no hizo «ninguna observación al respecto». Sin embargo, el presidente del Consell, Vicent Serra, aseguró ayer que los servicios jurídicos están valorando el alcance del decreto «para ver dónde nos lleva lo que se ha firmado» debido a que el Consell, como propietario de las líneas, es el competente para ordenar el traslado de los autobuses. «Nos preocupa que trasladar a los autobuses suponga 1,5 millones de euros al año. Todos sabemos que la estación de Sant Antoni costó tres millones de euros, y que esto serían 1 ,5 millones anuales durante 40 años. Es una razón de peso para plantearnos cómo podemos solucionar esto», manifestó Serra, sobre el coste de explotación que, según sus cálculos, tendrá el Cetis.