El Ayuntamiento de Sant Antoni no quiere que se instale ningún chiringuito en Cala Saladeta, una de las últimas playas vírgenes del municipio. Por ello ha emitido un informe desfavorable que se ha entregado ya a Costas ante la petición de un particular que quería poner un quiosco desmontable de hasta 20 metros.
La concejala de Limpieza, Vía Pública y Medio Ambiente, Lidia Prats, explicó ayer que lo que han argumentado ante la Demarcación de Costas es que el acceso a la playa es malo y no podrían eliminarse las aguas residuales que se generarían durante la actividad del chiringuito. Prats señaló que Costas no autorizará esta instalación si cuenta con un informe municipal negativo. «Ellos tienen que tener en cuenta lo que nosotros alegamos», destacó la concejala.
El hecho de que Cala Saladeta sea una playa virgen también es uno de los motivos argumentados por el Consistorio, aunque el que tiene más peso es el de las aguas residuales. «En lo de que es una playa virgen no nos podemos basar en el informe, si por mí fuera personalmente ese es el motivo, pero no podemos argumentarlo así y por eso hemos dicho que no vemos cómo se desharán de las aguas residuales», aclaró Prats.
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