La explosión de lujo y caprichos exclusivos para las grandes fortunas que está viviendo la Isla en los últimos años vivió el pasado viernes su penúltimo capítulo. La última excentricidad corre a cargo de una bebida espumosa: el champagne. La Casa de Champagne Louis Roederer presentó este fin de semana una edición limitada de 200 botellas de acero artesanal, bañadas en oro de 24 quilates (tan sólo ocho se venderán en España), valorada en más de 18.000 euros por botella.
Diseñada por Philippe Di Meo, el envase es fruto de un trabajo en el que han participado dos maestros orfebres y un total de doce gremios, según informó la compañía en un comunicado.
La Casa del Champagne Louis Roederer ofrece, según sus palabras, «una cuvée única» tanto por su botella como por su calidad, una mezcla de Pinot Noir (55 %), Chardonnay (45 %) y vinos vinificados en madera (20 %).
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