El Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer inicialmente la ordenanza de ruidos y vibraciones, en la que se obligará a discotecas, cafés concierto, salas de fiesta, salas de baile y beach clubs a instalar sistemas limitadores de sonido. Según destacó el concejal de Urbanismo y Actividades, Javier Marí, se trata de algo «muy importante» porque hasta ahora no existía esta regulación y porque estos limitadores tendrán que almacenar durante un mes como mínimo los niveles sonoros que se producen. Este aparato deberá también disponer de un micrófono externo que recoja el ruido. Además, el Ayuntamiento podrá requerir a cualquier otra actividad la instalación de un limitador. Marí indicó que con esto se avanzará notablemente en el control de los ruidos, ya que realizar sonometrías a raíz de denuncias es mucho más complejo y solo se han llevado a cabo siete de estas pruebas hasta la fecha.
«Todo se enfoca cada vez más a que se pueda realizar cualquier tipo de actividad, pero con limitador», añadió el regidor, que indicó que la ordenanza también regula otros aspectos como la construcción, vehículos y todo tipo de fiestas.
El portavoz de PSOE-Pacte, Josep Marí Ribas, Agustinet, explicó que se abstuvieron en la votación porque la normativa no se ha consensuado y no la conocen a fondo. Creen que es positivo que haya una regulación, pero recuerdan que esto no podrá estar vigente este verano, ya que ayer tan solo se hizo la aprobación inicial.