La noticia de que el Ayuntamiento de Eivissa está estudiando fórmulas para dejar construir el perímetro de ses Feixes, que ahora mismo está protegido como suelo rústico, fue acogida ayer con satisfacción por los propietarios de este espacio. Josep Maria Molins, de la Unidad de Actuación 12, explicó que habrá que ver qué posibilidades ofrece el nuevo Plan Hidrológico de Balears aprobado esta semana, pero en principio están «muy contentos» de que al consistorio «le preocupe este tema». El Ayuntamiento lo que quiere es ver si se puede construir en la zona que está declarada como rústica pero que no está considerada como humedal en este plan.
Parque
También Javier Luquin, de la UA-12 explicó que están a la espera de analizar con abogados y asesores la delimitación final. Luquin, sin embargo, no tiene tanta confianza en la actitud del consistorio. «La situación es compleja porque si nos quieren expropiar hace falta un dinero que no tienen y otra solución solo pasa por un acuerdo, como preservar parte para hacer un parque y dar algún derecho urbanístico. En la última reunión que tuvimos con el Ayuntamiento nos dijeron que nos propondrían algo y estamos a la espera», añadió este propietario, que indicó que entre las cosas que propuso Vila estaba o hacer una permuta de derechos edificatorios con otro espacio de la ciudad o bien estudiar si el Plan Hidrológico dejaba alguna parte libre que se pudiera edificar.
En principio una de las ideas era que si el plan dejaba algún resquicio para construir alguna zona se concentrara allí la edificabilidad para compensar a los propietarios.
Por su parte, los ecologistas pusieron ayer el grito en el cielo al conocer las intenciones del Ayuntamiento. La organización Amics de la Terra criticó que la «eliminación de la franja de zona húmeda recuperable ha sido un escándalo y va en contra de la legislación estatal». El GEN lamentó que Vila intente edificar «en vez de estudiar la petición de la Unesco de incluir la zona dentro del perímetro de protección de los bienes declarados Patrimonio Mundial», lo que consideraron que constituye «otro ejemplo de ineptitud y servilismo».