Este verano Eivissa celebra el 35º aniversario del mítico concierto de Bob Marley. Corría el año 1978 y el espiritú hippie aún reinaba en la Isla. En aquella época, fueron muchas las grandes actuaciones musicales que tuvieron lugar en la antigua Plaza de Toros de Vila, pero la noche de Bob y the Wailers fue un acontecimiento que dejó huella.
El artista llegó al aeropuerto acompañado de 19 personas. Apareció con una guitarra en la mano y muy delgado, aunque todavía no estaba enfermo. A pie de pista le esperaban los periodistas del antiguo Popgrama, Ángel Casas y Carlos Tena, quien asegura que, sin nervios, pero con la tensión de saber que serían los únicos que podrían hablar con él, le saludaron, y el artista sólo contestó «rastafari».
Aunque los asistentes no lo recuerdan como un llenazo total, (aunque si reconocen que acudió mucha gente), la mayoría coinciden en que el jamicano y su banda crearon una atmósfera especial ese día en Vila.
«En mi universo musical sólo cabían los Beatles y los Rolling Stones, por aquella época. Sin embargo, apareció el fenómeno Bob Marley. Sonaba en todas las radios. Bombardearon y nos enganchó. A pesar de que suene a tópico, recuerdo el concierto como una noche mágica», confiesa el promotor musical Miquel Botja, uno de los pocos que conserva la entrada original de aquella actuación.
«Fue una comunión colectiva, uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida a efectos de fraternidad y de buen rollo, de un olor en toda la plaza a hachís y marihuana de mucho cuidado. Y todo el mundo participaba con ese movimiento que te da el reggae», recuerda el poeta y periodista, Julio Herranz.
«Bob Marley estaba muy de moda en esos años, era la época dorada de este estilo. Además, fue en verano y teníamos en la Isla a mucha gente de Gran Bretaña, que es donde más se escuchaba esa música. Al hilo de esto, hacer un concierto de este nivel fue un éxito», añade.
Iguales recuerdos conserva otro superviviente a la noche de Bob, Juan Pérez: «Fue un concierto muy bonito, y no sólo había hippies; estaba lleno de gente de todo tipo».
Muchos de los testigos de esta gran noche, lamentan que el panorama actual nada tenga que ver con aquellos buenos años para la música en vivo.
Las crónicas de la época recuerdan que la acústica fue aceptable y que la entrada costaba mil pesetas, un poco cara para el esa década, pero nada impidió que los que estuvieron tengan buenos recuerdos y una sensación de privilegio por haber asistido a esa gran cita con el reggae. Y es que no fue una actuación cualquiera: El recital del 78 en Vila fue el único que el creador de No woman, no cry, iba a dar en España, ya que al poco tiempo se le detectó el cáncer y pasados tres años, el artista dijo adiós para siempre.
Por todos estos motivos, Eivissa quiere celebrar el aniversario del mágico concierto que Bob Marley ofreció la Plaza de Toros de Vila. El festival Rototom Sunsplash, que se celebra en Benicassim en el mes de agosto, presenta su fiesta de inauguración, un adelanto de su 20º edición. La gran cita, será mañana en Las Dalias, volverá a inundar de reggae la Isla y recogerá el espiritú del histórico concierto que ofreció hace 35 años el artista jamaicano, una actuación que quedó fijada en la memoria colectiva de muchos ibicencos.
También se está intentando que el cabeza de cartel de este famoso festival, Damian Marley, venga para rememorar el día en que Eivissa descubrió el reggae, gracias a su padre.
El periodista Carlos Tena recuerda el encuentro con Bob Marley: «No había nervios, sí tensión porque era la única entrevista»
El periodista Carlos Tena, recordaba esta semana las anécdotas de la entrevista que junto a Ángel Casas le hizo a Bob Marley. En aquella época, ambos trabajaban para RTVE, en concreto hacían el popgrama, que fue donde se emitió el reportaje. «No había nervios, si tensión, porque sabiamos que era la única entrevista que iba a dar en Eivissa, nos dieron la oportunidad a mí y a Ángel Casas de recibirle a pie de pista. Allí nos enteramos de que habían dado la orden a la Guardia Civil para que no registraran el avión ya que venía cargado de marihuana; él, la banda y los instrumentos».
«Teníamos a toda la prensa detrás, nacional y extranjera. Nos dirigimos a su finca esquivando a los demás coches, para que nadie nos siguiera, recorrimos largos caminos, típicos de la Isla, hasta llegar a San Miquel, donde se alojaba el artista jamaicano». El reconocido periodista, confiesa que Bob Marley no estaba precisamente esperándolos, «esto no salió en el programa, pero allí tenía a dos groupies, rubias y espectaculares, supongo que serían sus amigas de día y de noche. Antes de empezar, se hizo el porro más grande que yo había visto nunca, del tamaño de una sombrilla y no nos dejó encender las cámaras hasta que terminó de fumar».
Carlos Tena no quedó muy contento con el encuentro con el famoso cantante de reggae, «Quizá fue el hachís, y también por culpa mía y de ángel por no conocer su idioma, el patois, es el inglés que se habla en Jamaica que incluye palabras africanas. Pero no considero que la entrevista fuera buena. Le pregunté sobre unos altercados en Kingston, y me respondió que no había pasado nada, y luego terminó enseñándome marcas de una bala por una refriega en esa ciudad, así fue un poco todo».
El artista jamaicano no acudió a la rueda de prensa que estaba prevista en el aeropuerto, tampoco hubo declaraciones después del concierto, como se esperaba. Ángel Casas y Carlos Tena fueron los únicos privilegiados que lograron hacerle unas preguntas. El reportaje que realizaron, aún puede verse en la web de RTVE.
«El concierto fue muy bonito y muy bueno, recuerdo que además tuvo un carácter emotivo porque ya se rumoreaba lo del cáncer. Y a los dos años y pico murió. Fue una actuación muy esperada, porque él era muy grande, y por ser la única que dió en España. Aunque todo fue muy rápido porque en aquellos años grabábamos en vídeo, era una mala época para los programas musicales. Pero posteriormente, yo hablé con compañeros suyos, y todos teníamos buenos recuerdos de aquel concierto», concluye el periodista musical.