Autoritat Portuària ha resuelto ya el concurso público convocado el pasado mes de mayo por el Consejo de Administración referente a la explotación de amarres para yates de eslora superior a 60 metros. Finalmente, y tal y como se informó en la edición de ayer, la empresa Marina sa Riba S.L. ha sido la oferta mejora valorada de las tres que finalmente optaron al concurso. Marina sa Riba está formada por Ocibar S.A. (que gestiona Ibiza Magna), Varadero Port de Dénia S.L. (Grupo Empresas Matutes), Serveis Maritims Port Eivissa S.L. del empresario Alonso Marí y Marina de Formentera S.A. de Ángel Bustos.
Según ha podido saber este periódico, entre las mejoras presentadas al concurso, la empresa ganadora ha propuesto instalar todo el suelo de madera en el cantil del muelle y permitirá el acceso a los peatones. Asimismo, habrá un embellecimiento de la zona compatible con la remodelación del paseo que se proyecta desde Autoritat Portuària. Aún así, y debido a que se trata de una autorización de ocupación temporal, todos los elementos que se instalen deberán ser desmontables y nunca fijos.
Un año
Esta ocupación del muelle de Levante, que discurre desde la antigua estación marítima hasta el Muro, tiene una vigencia de un año, desde ayer mismo, y es prorrogable como máximo un año más hasta la resolución del concurso público que se convocará más adelante para el otorgamiento en concesión en este mismo espacio, según informó ayer Autoritat Portuària.
En cuanto al número de yates que pueden amarrar en esta nueva marina, dependerá de las dimensiones de las embarcaciones, en especial de la manga de los mismos. Por otro lado, no será necesario dragar la zona del muelle de Levante para llevar a cabo esta instalación temporal.