«Los primeros síntomas son buenos. Prácticamente no se han realizado ‘afters' en los locales de playa ni fiestas a las nueve de la mañana, y el segundo factor es que estos locales a las doce de la noche cierran todos».
Ésta es la valoración que hizo ayer el concejal de Urbanismo y Actividades de Sant Josep, Javier Marí sobre el funcionamiento de la nueva ordenanza de horarios, en respuesta a una moción de la concejala de PSOE-Pacte, Paquita Ribas, para quien los objetivos de la nueva normativa «no se han cumplido» porque «la gente tiene la percepción y el convencimiento de que hay un ruido insoportable por todos lados».
Para contrarrestar la moción, Javier Marí afirmó que desde que la normativa entró en vigor el pasado 4 de julio, las llamadas de quejas por ruidos se redujeron en un 50% con respecto al mismo mes del año pasado. Marí presentó al pleno un gráfico que detalla que, en lo va que de mes, se han recibido 70 quejas telefónicas, la mitad de las que se recibieron en el mismo período de 2012, que fueron 143, y «un 60% de las recibidas en 2011», cuando gobernaba PSOE-Pacte, que ascendieron a 173.
Cuestión de percepción
«Claramente todo hace indicar que el camino que hemos tomado sí tiene una efectividad», añadió el edil, que reconoció que «hay algún sitio que dentro del horario, entre la una de mediodía a las doce de la noche, produce ruidos que molesta a vecinos». «Para eso hemos sacado una ordenanza de ruidos para obligar a la gente a colocar limitadores sonométricos», insistió.
Por su parte, Ribas criticó que el concejal «mezcla» la ordenanza de horarios con la de ruidos, y se quejó de que intente regular los beach clubs, «que era una actividad ilegal antes y lo sigue siendo ahora porque, a día de hoy, el Consell, que tiene que regularlo, no ha hecho nada ni se le espera». A pesar de las cifras, Ribas insistió en que «no es la percepción» que tienen los vecinos. «Si yo tengo la percepción de que hace frío usted no me va a convencer de que hace calor», insistió, y remarcó que con los nuevos horarios, los beach clubs «ahora pueden estar machacándonos las orejas, desde la una hasta las doce de la noche, a todos los demás que estamos en la playa».
En su turno de palabra, Marí remarcó que la normativa de horarios se aprobó para regular la actividad musical, porque, más allá de que sean o no beach clubs, los restaurantes [también los de playa] podían tener música hasta las tres de la mañana. «La percepción es la suya, y habrá gente muy perjudicada por el tema del ruido, eso no lo voy a negar, para eso se hacen sonometrías, se abren expedientes y podemos poner medidas cautelares», afirmó el concejal. «No se ha mejorado todo, pero sí que se ha mejorado ciertas cosas», justificó Marí.