«Me siento indignado con el PSOE, que no da los mensajes claros; no saben quien va a ser el candidato, con todos los recortes que han hecho y si se va recuperar la ley de La Dependencia. Es increíble que un partido de más de 130 años no tenga un mensaje socialdemócrata que sepa encandilar a la gente», dijo ayer Lorenzo Bravo, secretario general de UGT en Balears, que se desplazó ayer a Eivissa para despedirse de los afiliados al no presentarse a la reelección después de casi 20 años al frente. Además del PSOE, del que es militante, reconoció que los sindicatos «nos hemos quedado más solos que el palo de una bandera, porque en algunas cosas no hemos sabido hacer nuestros deberes», como la formación de los delegados. No obstante, dijo que UGT «ha sobrevivido a guerras y dictaduras y situaciones más complicadas que esta» aunque reconoció que ha bajado la afiliación, «no mucha, a pesar de como esta el panorama».
Bravo: «Me siento indignado con el PSOE, que no da los mensajes claros»
El secretario general de UGT reconoce que los sindicatos «no han sabido hacer los deberes»
Lorenzo Bravo se despidió ayer como secretario general de UGT de Balears en la asamblea general de afiliados celebrada en la sede de los sindicatos | Foto: Daniel Espinosa
C.Agustín | Eivissa |
Según los dogmáticos del pesebre, habría que callar, cuando el PSOE hace lo mismo que el PP, porque sino el PP se eternizará en el gobierno para hacer lo mismo que el PSOE. Ellos son incapaces de defender con claridad los postulados de la izquierda. Andan solo preocupados de la lengua y del estado federal, cosas ambas que preocupan en demasía a los ciudadanos. A los lideres locales no se los cree nadie, por ser los culpables del actual estado de las instituciones, la ultima legislatura socialista tanto en el Consell como en Ayuntamiento fue nefastas y creen que nos hemos olvidado. No tienen legitimidad ni para criticar la financiación, ni las residencias que no pusieron ni una en marcha, ni la sanidad que fueron incapaces de acabar el hospital o las carreteras que no supieron ni acabar la que empezaron, ni la educación que no hicieron ni una sola escuela y así suma y sigue. La época de Tarrés o Lurdes Costa no se olvidaran en décadas, de la mente colectiva de los ibicencos.