Los principales puertos deportivos de las Pitiüses se encuentran en la actualidad con todos los amarres ocupados. Sin embargo, este año la plena ocupación ha tardado más en llegar, concretamente, a partir de la segunda quincena de julio, algo que achacan a la «sensación de incertidumbre» provocada por la crisis económica, que ha generado una caída en la llegada a puerto de las pequeñas esloras que prefieren pasar más días fondeados en calas que pagar amarre. En cambio, las grandes esloras mantienen su presencia en estas marinas deportivas.
Incluso, algunos puertos, como Ibiza Magna, tuvieron una mejor ocupación en las últimas semanas de junio que las primeras de julio.
Daniel Marí, gerente de Marina Ibiza, asegura que las primeras semanas de julio fueron «raras». «Casi no notamos diferencia entre las últimas semanas de junio y las primeras de julio y esto es malo», precisa Marí, quien explica que en junio rondaron el 70% de ocupación y a principios de este mes un 80% hasta alcanzar la ocupación de todos los amarres a partir del día 20. El gerente de Marina Ibiza destaca que esta temporada es similar a la anterior, pero «insuficiente para nosotros; se podría alargar un poquito más». Entre los factores del retraso de la plena ocupación en este puerto, Marí señala que el principal cliente con el que trabajan es árabe «y empezarán a venir cuando concluya el Ramadán».
La directora de Marina Botafoch y presidenta de la Asociación de Instalaciones Náuticas Deportivas de Balears (Anade), Cristina Marí, señala que, a pesar de que ha hecho buen tiempo, «hemos tardado en tener el puerto lleno».