La compañía Telefónica tenía previsto reconectar esta pasada medianoche el cable submarino de fibra óptica que lleva roto una semana y que ha provocado problemas con la conexión a internet en Formentera. Esta reparación ha estado envuelta en la polémica por los problemas que ha habido para arreglarlo debido a la gran cantidad de yates que hay en Cala Jondal, punto en el que se produjo la avería cuando un barco rompió con su ancla esta conexión hace una semana. Este mismo episodio ya se produjo en el mismo lugar a mediados de junio y también dejó la isla incomunicada.
Según explicaron ayer fuentes de la compañía, el cable iba a ser conectado por la noche para evitar problemas, ya que muchas veces se producen pequeños cortes durante el restablecimiento. Un portavoz de Telefónica destacó que la situación se ha resuelto satisfactoriamente porque el cable se cortó el martes de la semana pasada y el miércoles se restablecieron todas las líneas de ADSL y 3G con radioenlaces. Eso sí, la fibra óptica no se ha podido arreglar hasta ahora en parte por las dificultades con los yates, que fondeaban de forma muy próxima al barco de Telefónica.
El Consell de Formentera emitió ayer un comunicado en el que lamentó el retraso que ha sufrido la reparación de este cable y en el que exigió la implicación de todas las administraciones para restablecer el suministro. «Pese a ser una instalación privada se trata de una infraestructura de telecomunicaciones declarada de interés general que garantiza el suministro de internet a toda la isla y que fue objeto de concesión administrativa», remarcó el Consell, que indicó que en la licencia otorgada en 2005 se hacía referencia explícita a que la canalización tenía que minimizar el impacto sobre la posidonia y garantizar una profundidad suficiente para evitar que los barcos pudieran dañarlo.