La proliferación de las boat parties es una realidad. Casi todos los días se celebra alguna cerca de Sant Antoni y cada vez son más las empresas que apuestan por este tipo de ocio. ‘Pukka up' y sus eventos sobre las aguas están revolucionando el panorama festivo ibicenco. Para descubrir el motivo de su éxito dos periodistas de Ultima Hora Ibiza y Formentera acudieron el martes a una de las más conocidas. 65 euros por una consumición y entrada a una discoteca de Sant Rafel incluida; es decir pre-party, fiesta en el barco y más fiesta en una discoteca después. Un plan perfecto para los turistas que vienen exactamente a eso, a no fiesta continua.
Desde primera hora de la tarde, las colas para subir a los catamaranes son una locura. Hay varias filas de personas porque a la misma hora salen cinco embarcaciones del puerto de Sant Antoni. Ante semejante oferta, las dos periodistas tardan en decidir cuál será el barco más animado, aunque más tarde se darán cuenta que hubiera sido imposible fallar. Antes de zarpar, la música empieza y con ella la venta de alcohol. La entrada da derecho a una consumición gratis, un vodka con naranja de calidad discutible.
La parte superior del barco, que está habilitada como pista de baile, se mueve mucho, pero eso no impide que la fiesta y el baile den comienzo. La ropa brilla por su ausencia y después de una hora, todos se hacen con el movimiento, aumentan los decibelios y los clientes enloquecen al escuchar los grandes temas del momento.
Sr. Oliver, y usted cree que con los impuestos que pagan los hoteles y las discotecas se recuperará Ibiza? Me parece un gran iluso. Si desde elprincipio del turismo en Ibiza estos hoteleros y los políticos se hubiesen planteado invertir en mejoras en sus negocios y en la isla ahora no estaríamos así. Todo lo que sacan de beneficios va a sus bolsillos, y se cree ud. que se lo gastarán en Ibiza? No. Ese dinero se va fuera. En cualquier sitio turístico hoy día se destina un capital a la proteccion del medio ambiente, pero en Ibiza, claro que no. El dinero va a las cuentas de los empresarios para provocar más destrucción. Antes los chiringuitos de playa eran desmotables, de madera, que en invierno se desmontaban... las discotecas los han comprado,, los han crecido todo lo que han querido, más ruido, se han apoderado de las playas, Solo te atienden extranjeros...No creo que los primeros fundadores del turismo estuviesen muy contentos si viesen en qué han convertido Ibiza. Da Pena.