Sant Joan tiene una calle menos por la que circular. Ayer mismo un vecino que en su día había cedido un terreno para que el Ayuntamiento construyera un vial provisional se hartó y comenzó a hacer obras para restituir la finca a su estado original.
Todo se remonta al año 2003. Fue entonces cuando este vecino, Xicu Torres, y el Ayuntamiento de Sant Joan firmaron un convenio para la apertura de un vial con el fin de poder mejorar la circulación rodada por la zona escolar y deportiva. Según Torres, este convenio terminó en 2010 y durante tres años ha seguido cediendo esta zona y pagando el correspondiente Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En repetidas ocasiones ha solicitado al Consistorio que restablezca su finca a su estado original, tal y como se recogía en el convenio, pero el Ayuntamiento «ha mostrado un total y absoluto desinterés», tanto para elaborar otra prórroga como para estudiar las propuestas presentadas por Torres.
Este vecino considera que el vial supone un «enorme impacto degradante del entorno», teniendo en cuenta que la vivienda es Bien de Interés Cultural (BIC), que la calle invade su finca y que «no existe justificación alguna para su permanencia indefinida».