El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto de reforma del Club Náutico Ibiza concluye que la ejecución y explotación de la obra prevista tendrá impactos «compatibles» con el entorno. El estudio presentado por la entidad náutica a petición del Ministerio de Medio Ambiente se encontrará durante un mes en exposición pública, como un paso más en la larga tramitación para la reforma de esta infraestructura marítima cuyo proceso se inició en 2009.
El informe de impacto ambiental justifica que se trata de una obra de «pequeña envergadura», localizada en un medio «urbano y portuario que no presenta una calidad paisajística ni ecológica de interés». Aunque destaca que no tendrá impactos «severos o críticos», reconoce que durante la fase de ejecución habrá acciones que demandarán medidas correctoras como la utilización de barreras flotantes anti-turbidez o de grúas especiales para evitar la dispersión de finos durante la limpieza de fondos contemplada en el proyecto.
Sobre la especie protegida, la posidonia oceánica, el informe asegura que en esta zona «hay una pradera en estado no homogéneo, degradado y discontinuo» que se sitúa a una distancia de más de 600 metros de la dársena deportiva, con lo que la dispersión de finos hacia esa zona es poco probable.