El martes, sobre la una de la tarde, en casi una hora, cayeron en Vila entre 14 y 20 litros por metro cuadrado, lo cual, como siempre que llueve de forma torrencial, inundó los bajos comerciales del barrio de es Pratet e hizo aflorar porquería y mal olor. Como viene siendo habitual, la zona de la calle Pere Francés fue la peor parada. Ayer se repitió la jugada, pero fue aún peor. En Vila cayeron 24 litros por metro cuadrado en 50 minutos.
El agua alcanzó una altura aún mayor en estas zonas y en el túnel de Puig d'en Valls llegó a cubrir un todoterreno, cuyo conductor se aventuró a cruzarlo, prácticamente por completo. El túnel del aeropuerto también quedó anegado.
Al igual que las alcantarillas, la paciencia de Carmen Cárcel, presidenta de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de es Pratet, ayer rebosó: «No habíamos terminado de tirar las fregonas viejas del martes y hoy [por ayer] hemos vuelto a empezar, pero aún con más agua, y menos mal que han sido solo unos minutos, que si llegan a ser horas...». «El problema de Pere Francés continuará mientras no se arregle», advirtió. Vecinos y comerciantes de es Pratet tuvieron ayer que remangarse aún más para llegar a sus casas o establecimientos.