La reunión celebrada esta tarde para tratar de desbloquear el conflicto educativo entre docentes y conselleria ha finalizado sin ningún tipo de avance, según ha informado el sindicato STEi al fin de la misma.
El encuentro, que había generado grandes expectativas después de que el pasado viernes los huelguistas decidieran suspender temporalmente los paros y volver a dar clase hoy lunes, ha terminado sin ningún tipo de solución ni acuerdo.
Según apuntan los comités de huelga, "la postura de la conselleria ha sido inmovilista y no ha cedido ni un milímetro en los puntos conflictivos", es decir, en la aplicación del TIL, los expedientes a los directores de Maó y la Ley de Símbolos.
Además, según los sindicatos, durante la reunión, que ha durado unas tres horas, se han vivido «situaciones surrealistas» como cuando un representante del Govern ha llegado a decir que no sabía si en Formentera se ha hecho huelga y que se informa por la prensa.
También han añadido que la única propuesta que el Govern ha aceptado es que el dinero ahorrado en las nóminas de los docentes por la huelga sea reinvertido en la Conselleria d'Educació, al margen del departamento de Cultura i Universitats.
Asimismo, los sindicatos han advertido que «en cualquier momento» se puede «volver a activar» la huelga indefinida.
El Govern propondrá un nuevo calendario
Por su parte, el Govern propondrá un calendario de negociaciones pero ha considerado que la Ley de Símbolos y los expedientes a los tres directores de Maó no deben entrar en esta negociación.
Así lo han comunicado posteriormente a los medios de comunicación, donde han informado también que la próxima reunión tendrá lugar este martes a las 17.00 horas. «Continuaremos dialogando para que esta situación pueda ser desbloqueada», ha dicho el secretario autonómico de Educació, Guillem Estarellas en una rueda de prensa posterior.
Por su parte, Estarellas ha defendido que «mientras haya huelga el Govern no puede tener una espada de Damocles» y ha recordado que pidieron negociar «con libertad y diálogo». Además, ha considerado que el Govern ya cedió al proponer la voluntariedad del TIL en primero de ESO y que desde los comités de huelga únicamente reciben «pequeñas palabras que no conducen a nada».
El Govern, ha dicho Estarellas, es «el primer interesado» en llegar a un acuerdo global y duradero que no ocasione más problemas en la educación de las islas. La Conselleria no quiere «problemas puntuales, ni sustos constantes», ha añadido el secretario autonómico.
Expedientes de no aplicarse el TIL
Además, Estarellas se ha referido al anuncio hecho por los docentes que dijeron que harían «lo posible» por no aplicar el TIL y ha indicado que esta normativa «es de vigente aplicación» por lo que los inspectores abrirán expedientes informativos en el caso de que no se cumpla la normativa.
El secretario autonómico de Educacióha subrayado que «todo funcionario tiene la obligación de cumplir la normativa» y ha destacado que el cuerpo de inspectores de la comunidad «velará» para que el decreto se «aplique».
«Las leyes son las que son, no las que queremos que sean», ha dicho Estarellas, quien también ha asegurado que el TIL «es de vigente aplicación a todos los centros». No obstante, el secretario autonómico ha dicho «desear» que no se produzca esta apertura de expedientes porque «la seriedad de los funcionarios está por encima».
La suspensión «tiene fecha de caducidad»
Antes de entrar en la reunión, los comités de huelga de los sindicatos y de la Assemblea de Docents manifestaban que esperaban que la Conselleria presentara una propuesta puesto que la suspensión temporal de la huelga «tiene fecha de caducidad».
Así se manifestaba la responsable del STEI, Maria Antònia Font, quien en declaraciones a los periodistas como portavoz de los comités de huelga, indicaba que los convocantes de la huelga mantienen las propuestas realizadas en la reunión del pasado viernes.
Font remarcaba antes de sentarse a la mesa con los representantes del Govern el «acto de responsabilidad» llevado a cabo por los docentes con la suspensión temporal y que el Ejecutivo balear debía «escuchar a la mayoría silenciosa que ha salido a la calle y que cada vez grita más».