El presidente de la Mesa del Turismo, empresario y exministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, apostó ayer por la regulación de todas aquellas actividades turísticas que están fuera de control, como es el caso de las boat parties. «No se puede hacer de todo en todas partes», señaló Matutes en la ponencia que hizo en el marco del I Foro de Turismo y Actividades Náuticas, que tuvo lugar en el Palau de Congressos de Santa Eulària.
De esta forma, el presidente de la Mesa del Turismo apostó, tal y como se acordó en la última reunión del Consell d'Alcaldes, por controlar todo tipo de actividades: «Hay cosas que ya están reguladas y bien reguladas y lo que no esté es lógico que tenga un mínimo de regularización, como por ejemplo las boat parties, que con la alegría y las copas puede ocurrir alguna caída al mar o algún accidente. Conviene que todas estas actividades estén mínimamente reguladas a efectos de seguridad y evitar disgustos», indicó Matutes.
Además, también se pronunció en relación a las molestias por ruidos: «Todo lo que sea música al aire libre está muy bien regulado hasta las doce de la noche y en determinadas zonas porque no se puede hacer todo por todo -insistió. Hay lugares en los que se prima el descanso y en otros, que son más turísticos, como Platja d'en Bossa, es lógico que a partir de una determinada hora se pare el ruido porque la gente también tiene que descansar», apuntó.
Matutes destacó el ejemplo de Santa Eulària como municipio que apuesta por el turismo familiar «y que no quiere que se le interrumpa». De hecho, durante la conferencia y en relación al concepto de reposicionar Eivissa como destino puso de ejemplo el Ushuaïa Hotel, del que afirmó que no es solo un hotel «sino que es un destino en sí mismo». «No es un proyecto que se pueda trasladar a cualquier otro sitio y no funcionaría, por ejemplo, en Cala Llonga, Cala Nova o Jesús», afirmó.
En cuanto a la sensación de «descontrol» que hay en verano, según se puso de manifiesto en el Consell d'Alcaldes, el presidente de la Mesa del Turismo apuntó: «Puede ser que haya más sensación que realidad en el tema del desorden pero me consta que algún establecimiento que no tiene permisos ha realizado sus espectáculos como si tuviera todo legalizado y esto no es conveniente».