«No tenemos prisa». Así se manifestó ayer el gerente de Es Nàutic, Juan Vicente Roselló, sobre la tramitación del proyecto de limpieza de fondos marinos e instalación de fondeos ecológicos que el club náutico tiene previsto desarrollar en la bahía de Sant Antoni y que se retrasará por imperativo de la comisión balear de Medi Ambient que ha pedido que la propuesta se someta a la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).
El proyecto contempla dos alternativas que proponen alinear los fondeos cerca de los amarres del club náutico, en una única zona, o dispersarlos por toda la bahía. La cantidad de fondeos a instalar suman 96 y mientras que la primera opción prevé una ocupación de 50.000 m2, la segunda alcanza los 160.000 m2.
La comisión considera que la propuesta de concentrar los fondeos «presenta un menor impacto visual» y menos «afección sobre la vegetación marina», y establece que esta opción no necesita la evaluación ambiental. Sin embargo, la segunda alternativa, la que propone dispersar los amarres por la bahía, sí está sujeta a la tramitación ambiental.
Al respecto, Roselló confirmó ayer que se escogerá el camino más largo porque la opción de alinear los fondeos cerca de los amarres del club «crea un efecto pantalla delante de la playa, que seguramente la Demarcación de Costas no nos aceptará».