Una terraza, cinco hermanos y un dilema. ¿Deben vender la imagen de su padre, recientemente fallecido y comunista, salvando a una niña para que la explote una multinacional dedicada a los refrescos como es Cocacola? Y, por otra parte. ¿Para qué querría la empresa a un viejo comunista muerto? Esta es la premisa desde la que arranca la obra No se elige ser un héroe, de David Desola, que se representa mañana en Can Ventosa (20,30 horas) y que protagonizan Carmen Ruiz, Juanjo Artero, Xisca Durán, Natalia Roig y Patxi Freytez bajo la dirección de Roberto Cerdá.
Esta es la segunda ocasión en la que comparten proyecto Desola y Cerdá, después de su exitosa experiencia con La charca inútil. Para el autor, No se elige ser un héroe es una «tragicomedia» en la que unos hermanos se mienten, guardan secretos, establecen rencillas y muestran sus dudas y medias verdades. «Sus relaciones se erosionan como el mar erosiona los cimientos de la terraza donde transcurre esta historia», señala.
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