Andreu Sansó (Manacor, 1969) es desde este curso el decano de la Facultat d'Economia i Empresa de la UIB. Sustituye en el cargo a Margalida Payeras, ahora vicerectora de Estudiantes. Doctor en Economia por la Universitat de Barcelona y catedrático de Economía Aplicado de la UIB, fue director general de Economia del Govern la legislatura pasada.
—¿Cómo afronta esta etapa como decano?
—Ahora mismo estamos con el Plan Boloña, que requiere más recursos humanos de los que tenemos. Las restricciones de la UIB afectan a todas las áreas, y a nuestra facultad también.
—¿Cuál es la principal carencia de esta Facultad?
—Creo que vamos cubriendo tareas y expectativas. Somos la principal facultad en cuanto al número de estudiantes. Junto con Educació, contamos con unos 500 alumnos de nuevo acceso. En total, hay alrededor de 1.500 matriculados.
—¿Y el reto más importante?
—Este año se ha puesto en marcha la doble titulación en Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Es un proyecto de las dos facultades y supone el reto más importante. Se ha llenado el cupo -de 50 plazas- y la nota de corte ha sido del 8,5. Otro de los retos es la posibilidad de cursar un itinerario en inglés. Los alumnos que lo deseen pueden realizar en inglés la mayoría de asignaturas. También podemos captar alumnos extranjeros.
—Y ahora que el debate del inglés está en el orden del día, ¿Prioriza los contenidos o el idioma?
— Debería de priorizarse el contenido porque es algo para toda la vida. El inglés se puede ir aprendiendo poco a poco, pero la formación básica es esencial. Existen una serie de conceptos mínimos que hay que saber.
—¿Llegan bien preparados para la universidad los alumnos?
—No todo lo que quisiéramos los profesores. Creo que se trata de una queja generalizada ya que no llegan con el nivel que esperamos. Sin embargo, nos superan en otros aspectos, como las nuevas tecnologías.
—Los alumnos de Balears que estudian alguna carrera de economía, ¿Se quedan a la UIB o se marchan fuera?
—Mayoritariamente se quedan aquí. Hay algunos alumnos que optan por estudiar en otra universidad, un hecho que en muchas ocasiones se debe a la tradición familiar.
—¿Qué mensaje da a sus alumnos en estos momentos?
—Potenciar la actitud emprendedora es uno de los principales mensajes. Hay que estimular a los estudiantes para que tomen la iniciativa y que no esperen sentados a que los vengan a buscar. Inculcamos la idea de que se han de crear su propio trabajo.
—¿Cómo valora la actual situación económica de Balears?
—En las Islas no se está tan mal como en el resto de España por circunstancias externas, como el turismo, lo que nos favorece. Sin embargo, seguimos estancados porque apenas se crea ocupación neta y la tasa de crecimiento es raquítica.
—¿Ve alguna solución?
— Tener ideas, innovar y emprender. Para ello es básico mejorar la financiación de la universidad. La educación no es un gasto sinó una inversión.