El capitán de marina mercante Joan Torres entregó ayer en la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio un total de 20.000 firmas para reclamar «la protección real de la posidonia en Balears».
Joan Torres inició su petición a comienzos del pasado verano a través de la plataforma Change.org, una fecha desde la que no ha dejado de recibir apoyos en su campaña.
«La calidad de la biodiversidad, la transparencia de las aguas, el equilibrio de la línea de costa y el mantenimiento de la principal fuente de ingresos de Formentera y Eivissa, el turismo, dependen en gran parte de la conservación de las praderas de posidonia, que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco», explica en el texto, que va acompañado de un vídeo explicativo realizado por el fotógrafo Nathan Dappen.
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Magnífica iniciativa ciudadana a la que todos deberíamos sumarnos. Pero no olvidemos que las aguas de Formentera no son famosas por la posidonia sino por su transparencia sobre arena en fondos someros, (veáse el paso de los Freus o Cala Saona, por ejemplo). En el perímetro de Eivissa, la posidonia da pena en su estado moribundo. Pónganse una máscara, desciendan unos metros, y golpeen la posidonia, verán una nube de polución grisácea donde ya no viven los pequeños moluscos y crustáceos de antaño que daban vida a los peces. No nos engañemos, la posidonia costera muere a causa de los emisarios que siguen vertiendo sin depurar sus aguas podridas, (veáse Talamanca, por ejemplo).