La empresa Ibinvestur S. L. ha renunciado finalmente a reactivar la cantera de s'Argentera al ver el rechazo vecinal que ha suscitado. Según la empresa, la actividad suponía una actuación «pionera» que «en nada se parece a la explotación de una cantera tal y como viene ejecutándose» en otros puntos de la isla. El objetivo era extraer bloques de piedra para «su posterior tratamiento» en el municipio de Eivissa, «sin emplear explosivos». De hecho, aseguran que la maquinaria que se usaría tendría un nivel sonoro «prácticamente imperceptible no solo en el núcleo de población más cercano, sino también las parcelas colindantes».
La caliza extraída la querían emplear para elaborar baldosas y piedras ornamentales, ya que «tras las primeras pruebas realizadas es de gran belleza por su color rojizo». Para la extracción estaba previsto crear tres empleos directos «más los indirectos vinculados a esta actividad».
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