La planta de selección que se tiene que construir en el vertedero insular de Ca na Putxa y que permitirá tratar lodos de depuradora y separar los envases, el plástico y el papel de los residuos urbanos está paralizada por el conflicto del transporte de residuos de Formentera.
Según explicó ayer la responsable de Medi Ambient del Consell d'Eivissa, Pepa Costa, no se puede poner fecha al inicio de esta planta precisamente por esta polémica. El quid de la cuestión es que se tiene que modificar el contrato que existe entre el Consell d'Eivissa y el Consell de Formentera con la UTE Giref, que es la unión de empresas que gestiona el vertedero. Este documento viene de cuando había un consell para las dos islas y no se modificó cuando se separaron.
El problema es que el Plan Sectorial de Residuos de Eivissa y Formentera, aprobado en 2001 cuando aún existía un único Consell, establece un coste añadido de 119 euros por tonelada por el transporte y la transferencia de los residuos desde Formentera a Eivissa. El Consell de Formentera considera este sobrecoste discriminatorio ya que los residentes de otras islas no lo tienen que pagar, por lo que hace años que reclama que lo abone el Govern.