Comunicar el fallecimiento de un familiar en un accidente de tráfico; asesorar al personal de una escuela de verano en los que los niños han visto el cuerpo de un ahorcado o incluso evitar un suicidio. Estas son algunas de las situaciones reales en las que intervenía el equipo de psicólogos de emergencias del 112 que desapareció hace un año al quedar desierto el concurso y pasar a manos del 061.
«La alternativa del Govern es que el médico del 061 da un ansiolítico a la persona con una crisis de ansiedad y en aquellos que lo considere lo ingresa en urgencias del hospital, pero eso es un despropósito porque la familia no necesita un ansiolítico, sino un profesional de la psicología experto en intervenciones que pueda estar ahí y canalizar todos los sentimientos de esa persona y pueda ir trabajando», explica Javier Torres, decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Balears, que reclama la recuperación del equipo de psicólogos para estas situaciones, como la de un accidente de tráfico del domingo en el que murió un joven motorista.
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