Los vecinos y los turistas están encantados con la remodelación que ha sufrido el antiguo paseo de s'Alameraen Santa Eulària, muy cerca de la también renovada Plaza de España, donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento. Tras más de un millón y medio de euros, sus nuevas zonas ajardinadas, sus fuentes con agua corriendo constantemente, sus numerosos asientos y, sobre todo, la tranquilidad con la que se puede pasear al convertirse la zona en peatonal, hacen que todas las personas encuestadas por este periódico le den un sobresaliente a la nueva imagen.
«Ha merecido la pena los meses que hemos tenido de obras con la principal calle del pueblo cortada porque ahora todo es mucho más bonito y más tranquilo, sobre todo para pasear con los niños», explicaba ayer María José Gil, quien disfrutaba de la mañana en compañía de sus nietos Gerard y Adriana.
Y es que con la apertura del nuevo paseo, a tiempo para las fiestas de mayo, el día grande de la localidad que se celebra hoy, y la temporada turística, el lugar se ha convertido en apenas unos días en uno de los centros principales de peregrinaje de la localidad. «Antes no venía mucho porque era un lío aparcar y había muchos coches pero ahora todo es mucho más cómodo porque te permite incluso dar un paseo desde la playa tranquilamente y sin ningún peligro», aseguraba Joan, mientras llevaba a su hijo Pere patinando.
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