El contable ‘arrepentido' del Instituto Nóos Marco Tejeiro y sus abogados firmaron el mismo día, 1 de julio, dos escritos con versiones contradictorias sobre los hechos investigados en el ‘caso Nóos'.
En uno de ellos, el recurso de apelación al auto del juez José Castro, niega haber tenido conocimiento de actividades delictivas en Nóos; en el otro, la confesión pactada con el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, afirma todo lo contrario. En lo único que coinciden ambos escritos es que el primer ‘arrepentido' del ‘caso Nóos' insiste en que su cuñado Diego Torres y Iñaki Urdangarin fueron los ‘cerebros' de la trama, y tampoco menciona el papel que pudo desempeñar la infanta Cristina en los negocios de Nóos.
En la página 19 del recurso de apelación, el abogado de Marco Tejeiro afirma: «A nuestro representado no le consta que existieran empleados ficticios, ni falsamente dados de alta, ni que de ello se pudiera desprender ninguna relación con el Grupo Nóos, y menos aún con trascendencia tributaria»
Contradicciones
En cambio, en su confesión sostiene todo lo contrario: «Tuve conocimiento de la contratación de algunos empleados con la finalidad de conseguir beneficios fiscales... a consecuencia de lo expuesto el dinero que supuestamente se pagaba a los antedichos empleados ‘simulados' se lo terminaban repartiendo formalmente Diego Torres y Iñaki Urdangarin».
Con respecto a las facturas y los costes de los trabajos de Nóos, el contable afirma que «en modo alguno» podía sospechar que se pudiera estar falseando la imputación de costes», todo lo contrario de lo que dice en la confesión: «El coste real de la organización de los eventos fue notablemente inferior al importe recibido de los organismos públicos...las facturas conducentes a tal fin no respondían a servicios realmente prestados».
Por ahora, el primero en salir al paso de sus manifestaciones ha sido Diego Torres, que ha anunciado la interposición de una querella criminal por denuncia y acusación falsa.
El juez y todas las partes personadas en la causa interrogará el sábado en Palma a Marco Tejeiro sobre esas versiones opuestas.
Este señor es un cabeza de turco que canta al son de lo que le mandan, para ver rebajada su condena, y en la petenera no puede nombrar a la tonta.