A punto de empezar el curso escolar, tras las vacaciones, los niños se ven sometidos a un cambio de rutinas y de horarios que a veces son difíciles de afrontar. El pediatra, Bartolomé Bonet aseguró que en el momento «en que empiezan el colegio ya tienen una rutina establecida, cuando inician el curso escolar la anarquía del verano desaparece ya que tienen unos horarios de comida establecidos y esta rutina, para la salud de los niños, es fantástica».
El médico, sin embargo, aconseja que para que el cambio no sea tan brusco, «a veces conviene, unos días antes, acostarlos un poco más temprano y levantarlos un poco antes» aunque «de todas maneras el primer día de colegio siempre están contentos porque vuelven a ver a sus amigos», aseguró el doctor.
Bonet quiso incidir mucho en el tema de la alimentación ya que «parece que tengamos que llevar el mismo horario que los países anglosajones y no es así. Lo ideal es que el niño haga cinco comidas a lo largo del día, bien reguladas», advirtió. «El desayuno no tiene por qué ser muy fuerte, es mejor comer algo ligero, como un vaso de leche con una tostada o galletas, o un zumo y a media mañana todos los niños toman ya su gran bocadillo en el patio», dijo. «Yo me inclinaría más por hacer cinco comidas al día bien distribuidas, porque nuestros horarios son diferentes de los del sistema anglosajón, no debemos confundirnos», insistió el pediatra. Además «los niños por la tarde no pueden cenar a las 18,00 horas porque están haciendo actividades extraescolares y tenemos que adaptarnos a nuestro horario y a nuestras tradiciones, que no deben ser muy malas porque la media de mortalidad en España es muy longeva», manifestó el experto.
El doctor incidió en el tema de la obesidad infantil, y es que más que la alimentación, el problema es la falta de ejercicio físico: «En general nuestros niños no comen mal, las legumbres están presentes en sus dietas semanales, al menos dos o tres días por semana, es algo que veo yo cada día en la consulta», aseguró el especialista.
Alarma
Según Bonet, «estamos en niveles de alarma en cuanto a la obesidad infantil, hemos intervenido sólo en la prevención, pero hay que hacer más y no lo estamos haciendo». El pediatra, sin embargo, dijo que tiene sus dudas «ya que no se si es un problema de nutrición o de falta de actividad física, pero yo me inclino más por el hecho de que hay un problema de carencia de ejercicio físico en un porcentaje muy alto de niños obesos», declaró. «Hay niños que tienen el problema, que en situaciones de estrés, les sale la necesidad de picar, pero, según mi experiencia, éstos son los menos», afirmó.
El doctor Bartolomé Bonet está convencido que el problema de la obesidad infantil se debe a la falta de actividad, «la inmensa mayoría de nuestros niños tienen obesidad o sobrepeso porque son muy sedentarios», insistió.
«Serán unos expertos en videoconsolas y en manejar el móvil y el ordenador, pero a la hora de correr, escalar o subir un árbol, vamos a tener deficiencias importantes», ironizó el pediatra.