Alrededor de 300 personas entre docentes y padres con sus hijos asistieron ayer a la concentración en el passeig de s'Alamera de Vila convocada por la Assemblea de Docents d'Eivissa, con el apoyo de los sindicatos educativos y la FAPA, para reclamar diálogo y mejoras en la calidad de la educación.
Joan Amorós, uno de los portavoces de la Assemblea de Docents d'Eivissa, auguró un nuevo año «complicado» en las aulas del archipiélago «si no hay un cambio de actitud en el Govern». «Estamos haciendo unas reivindicaciones porque somos los especialistas, no sólo nosotros sino los directores, inspectores, la universidad y las familias; que somos los que entendemos de educación», explicó Amorós.
Reivindicaciones
Entre estas reivindicaciones, que los docentes leyeron ayer en un manifiesto, están la dotación de unas becas comedor «adecuadas», aumentar los 17 euros (según los docentes) que se pagan por ayudas en la compra de libros, aumentar el número de profesores para bajar el número de alumnos por clase y llevar a cabo un aprendizaje más individualizado, aumentar los docentes de apoyo para alumnos con necesidades especiales y un proyecto de plurilingüismo «ajustado a la realidad y a los reconocidos estudios internacionales sobre enseñanza de lenguas».
Amorós tildó de «ataque al funcionamiento de los centros» la resolución del Govern de 31 de julio que obligaba a aprobar el proyecto TIL aunque hubiesen sido rechazados por el claustro.
Por otro lado la presidente de la FAPA, Pepita Costa, pidió diálogo a la Conselleria d'Educació y «que dé un paso adelante de una vez, porque tenemos que trabajar juntos y estamos perdiendo mucho tiempo».
La representantes de los padres y madres de los alumnos denunció la «actitud muy inflexible» del Govern y reivindicó que la no sustitución de las bajas de los profesores hasta los 30 días «está haciendo mucho daño a la educación».
Costa también denunció «como familia, las carencias que hay en los colegios, que son muchas» y anunció que seguirán «luchando por la educación de nuestros hijos».