Seis centros educativos de Eivissa ya han rehecho sus proyectos lingüísticos apenas 15 días después de la anulación del decreto TIL por parte del TSJB y de la suspensión dictada por el mismo tribunal, según los datos ofrecidos ayer por la Assemblea de Docents d'Eivissa. La cifra total en Balears es de 59 centros.
En el caso de Eivissa, se trata de cuatro colegios (CEIP Jesús, L'Urgell, Sa Joveria y Sant Jordi) y dos institutos, el IES Sa Blanca Dona y el IES Sant Agustí. «Se decidió que cada centro optaría por rehacer o no sus proyectos lingüísticos. Por el momento son seis, pero el goteo será contínuo durante las próximas semanas tanto en las Pitiüses como en el resto de Balears», explicó Joan Amorós, uno de los portavoces de la Assemblea de Docents d'Eivissa, quien destacó que «no se trata de un proceso largo, pues muchos centros están volviendo a los proyectos que tenían antes de que se impusiera el TIL».
Sobre si el retorno a la situación anterior supone una disminución de las horas de inglés, Amorós destacó que los recursos destinados a Inglés «se quedarán igual porque ya se habían fijado».
Uno de los puntos que se decidieron en la última asamblea tenía que ver con los libros de texto: «Se acordó que si los centros cambiaban sus proyectos lingüísticos tenían que afectar lo menos posible al alumnado porque no es lógico que haya que comprar libros de nuevo», precisó Amorós.
En esta misma línea, la presidenta de la federación de asociaciones de padres y madres (FAPA Eivissa), Pepita Costa, destacó que no han tenido ninguna queja relacionada con cambios de libros de texto: «Estamos en contacto con los docentes. El tema de cambios de libros no nos preocupaba porque había muchos que aún no se habían pedido por el tema de la LOMCE, por ejemplo. Estábamos esperando a ver qué pasaba para comprar definitivamente los libros y de hecho muchos docentes están usando dossieres. Estamos tranquilos en este sentido porque consideramos que no se está perjudicando a las familias. Lo que no veíamos bien era lo contrario, que se impusiesen los proyectos educativos», explicó Costa, quien concluyó: «Tenemos que ser muy claros: no tenemos ningún miedo de que se vaya a causar ningún tipo de quebranto a los niños y estamos tranquilísimos».