Científicos y voluntarios de la Asociación Tursiops han avistado unos veinte cachalotes (physeter macrocephalus) en aguas de Baleares durante la campaña de investigación desarrollada a lo largo de este verano para estudiar esta especie en peligro de extinción en el Mediterráneo.
Durante su misión, los biólogos han realizado un descubrimiento que califican de «preocupante», al haber hallado un grupo social de hembras de cachalote en el que hasta cuatro animales distintos presentaban heridas o cicatrices de colisión con embarcaciones, según relata el presidente de Tursiops, Txema Brotons.
Según Brotons, estos cachalotes se encontraban en una zona del canal de Eivissa que registra un intenso tráfico de buques, por lo que se estudiará en qué medida les afecta el paso de embarcaciones.
Los científicos reconocieron a uno de los cachalotes por sus características cicatrices, «porque ya fue avistado con graves heridas en la aleta dorsal durante la campaña del verano pasado», y esta vez se encontraba en una posición muy próxima a donde fue visto por primera vez.
Si la población de cachalotes se estima en unos 400 ejemplares en el Mediterráneo occidental, Tursiops ha identificado unos 90 individuos en los últimos 10 años.
En la campaña de este año, donde han participado voluntarios de las islas y de la Swiss Cetaceans Society, también han detectado grupos de calderones grises (grampus griseus), delfines listados (stenella coeruloalba) y dos tortugas boba (caretta caretta) y han registrado un avistamiento especialmente significativo por ser poco habitual, de una ballena de Cuvier (ziphius cavirostris).