La isla ha experimentado un desconcertante ingreso en el otoño con valores máximos de más de 30 grados y mínimas que no han bajado de los 15. Durante el pasado mes apenas cayeron 16,2 milímetros de agua por metro cuadrado, cifra que contrasta con los 87,4 registrados en septiembre o incluso los 23,4 del pasado agosto. Esta medida es muy ilustrativa de un principio de otoño muy poco habitual. Los valores registrados han permitido ver una estampa atípica en los habitantes de la isla, con prendas aún veraniegas y la presencia de numerosos residentes y visitantes en las calas y playas pitiusas.
Según las cifras que maneja Meteoibiza, el mes de octubre que ayer dejamos atrás ha sido, junto al de 2013, el más caluroso de los ocho últimos años (Meteoibiza inició su registro en 2006). La temperatura media se ha situado en los 21,8 grados centígrados (21,9 en octubre del pasado año), aunque el hecho de que apenas se hayan producido precipitaciones ha incidido en que tengamos una sensación térmica elevada, muy poco usual en estas fechas. En años anteriores no se habían alcanzado los 21 grados de promedio térmico, siendo la media más baja de 19,1 grados correspondientes a los años 2007 y 2010.
Los datos más impactantes, no obstante, son los referentes a los valores máximos y mínimos. Por primera vez en el último lustro se han superado los 30 grados en el décimo mes del año. En concreto, la estación de Eivissa ciudad anotó 30,6 grados el pasado día 21. En este sentido, la media máxima fue de 25,1 grados, el valor más alto desde 2006. También cabe subrayar que durante octubre la temperatura mínima no bajó de los 15,4 grados, cifra que contrasta con los 11,9 que se alcanzaron en 2013 o los 8,6 de 2012.
Estos baremos han dejado un extraordinario retrato en nuestra isla con personas que conservan el atuendo propio del periodo estival y otras que ya han rescatado las prendas largas de sus armarios. El contraste en las calles es llamativo. Las tiendas de moda se han resistido a vestir sus escaparates con las nuevas tendencias de otoño-invierno ante el conflicto metereológico de octubre. No obstante, según las previsiones este será el último fin de semana con valores veraniegos. El martes llegan borrascas a la isla y con ellas un ligero descenso de las temperaturas. Acaba octubre y con él una estación, el verano, que se opone a mudar de piel en el litoral pitiuso.