Tras semanas hablando de temperaturas récord y del inusual calor, la lluvia apareció para aguar a los vecinos de Sant Carles sus fiestas patronales.
Como ya pasó hace dos años, el mal tiempo se hizo presente en el día grande de esta parroquia santaulariense, afectando a algunos de los actos previstos para la jornada, como la procesión o el castillo de fuegos artificiales.
Aunque apenas caían unas gotas, se canceló la procesión que debía celebrarse tras la misa, oficiada por el párroco de Sant Joan, Vicente Tur y en la que intervino el coro local. Sin embargo, se optó por anular el desfile por el riesgo a que se produjera algún resbalón entre los portadores de las imágenes y, de esta manera, evitar cualquier accidente.
Tras la ceremonia, se hizo pública también la suspensión del espectáculo pirotécnico que debía efectuarse a las 23:30 horas y que finalmente tendrá lugar el próximo sábado a la misma hora.
El concejal de la parroquia, Salvador Llosa, lamentó la cancelación de algunos de los actos previstos, aunque recordó que «es una agua muy esperada y que hacía falta».
El resto de actos del día se celebraron con relativa normalidad. Así, la Colla de Sant Carles se cobijó bajo la carpa para ofrecer una exhibición de ball pagès en la que, también a causa de la lluvia, faltaron las vestimentas tradicionales.
Vestidos de calle, balladors y sonadors cerraron una matinal en la que por faltar, también faltaron los tradicionales bunyols y orelletes.