Antes de que llegue la Semana Santa y la temporada estival un dique protegerá de la erosión del agua a los restos arqueológicos que se encuentran al final del acueducto de s'Argamassa, en Santa Eulària. Así al menos lo confirmaron ayer el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, la consellera de Cultura, Pepita Costa, y el alcalde de la localidad, Vicent Marí, durante una visita a las obras de restauración de dicho acueducto.
En este sentido, la consellera explicó que la medida de proteger los restos de lo que pudo albergar una factoria de pescado llega después de catorce años de negociaciones y tramitaciones con Demarcación Territorial de Costas. «Se trata de una medida sumamente importante porque con ellas se pondrá fin a la erosión que ha producido el agua durante cientos de años en el yacimiento, en el acueducto y en la línea de costa, que ha podido retroceder hasta unos cien metros», aseguró Costa.
Además, este dique permitirá que se puedan retomar los trabajos arqueólogicos en este yacimiento que quedaron paralizados a mediados de la década de los ochenta del pasado siglo precisamente por la fuerza del mar. «El agua azota con tal fuerza en esta zona que es muy posible que sepamos nunca lo que se ha llevado de estas ruinas, pero ahora con esta protección, podremos volver a estudiarlo con detenimiento», aseguró el arqueólogo del Consell, Joan Ramon.
Asímismo, la visita también sirvió para constatar la finalización de los trabajos de restauración del acueducto, de 397 metros y datado en el siglo I D.C., y que han permitido, entre otras cosas, rehabilitar algunas partes de la canalización, retirar las capas de cal que se han ido acumulando con el paso del agua durante dos milenios y museizar la zona con escasos pero efectivos paneles explicativos.
Además, y lo que es más importante, se ha conseguido eliminar la parte del hotel de la cadena Melía que ha descansado durante muchos años sobre su estructura.Todo ello ha sido posible gracias a la colaboración del Consell y del Ayuntamiento de Santa Eulària, y a una inversión de 55.000 euros que se ha cofinanciado entre el Consistorio, el Consell y en un 35% con ayudas procedentes del Plan Leader.