La Navidad se ha instalado en todos y cada uno de los rincones de la isla imprimiendo ese aspecto tan especial que nos transporta a un mundo de ilusión y fantasía. Ayer el turno de engalanar las plazas y calles con la decoración típica de estas fechas les llegó a las localidades de Santa Eulària y Sant Antoni, donde se procedió al encendido de luces al caer la noche.
En la Villa del Río dieron la bienvenida a la Navidad multitud de asistentes, que pudieron disfrutar de un chocolate caliente y de música a cargo de la banda municipal infantil.
En la villa de Portmany no fueron pocos los que sucumbieron al encanto del encendido del árbol y las luces de Navidad. El momento vino precedido de la actuación de David y Momma con sus cuentacuentos. A continuación, los alumnos del colegio de la Santísima Trinidad cantaron villancicos tradicionales al ritmo de los compases de la Escuela Municipal de Música. Esencia pura de la Navidad.